Toda institución de educación superior posee plena conciencia de la importancia sustancial que tiene el que los perfiles de egreso de sus Carreras estén armonizados con las necesidades de competencias que efectivamente demandan los distintos espacios laborales. De no suceder esto, la empleabilidad de sus titulados puede verse seriamente afectada, con el enorme daño que producirá a sus técnicos o profesionales y al país.
Las universidades más antiguas del mundo son: Universidad de al-Qarawiyyin (859), Universidad de Al-Azhar(972), Nizam al-MulkNizamiyya (S.XI), Universidad de Bolonia (1088), Universidad de Oxford (1096), Universidad de París (1096-1150), Universidad de Cambridge (1209), Universidad de Salamanca (1218), Universidad de Padua (1222). En el caso de la educación vocacional, técnica, la más pretérita es el modelo dual alemán que se comenzó a gestar a fines de la Edad Media en torno a los espacios laborales artesanales. Luego en los demás países y a contar del siglo XIX se inician esbozos de formación técnica sistemática en Inglaterra, Francia, España, por mencionar a algunos. Lo mismo sucede en América Latina, en que surgen las llamadas Escuelas de Artes y Oficios. Por tanto, las universidades poseen cientos de años de experiencia, y la educación vocacional todavía está definiendo su perfil definitivo o está en la búsqueda de su madurez formativa.
Pese a lo anterior, la educación vocacional, técnico o profesional, a diferencia de las universidades, no surgieron como Centros buscadores del saber universal, sino como instituciones más aterrizadas a las necesidades inmediatas de los jóvenes: el aprender algún oficio o Carrera que les permitiera obtener un trabajo en el futuro. Por otro lado, las universidades surgen para estudiantes de la élite, los centros vocacionales para atender a los más necesitados y personas que en su mayoría no sabía leer ni escribir. Estos dos rasgos iniciales, fundantes, marcan el derrotero posterior de ambas entidades de la educación hoy entendida como superior.
Dado el origen de la formación vocacional o técnica, esta fortaleció su voluntad de estar informada de las necesidades de competencias laborales. Supo desde el inicio que su razón de ser es aumentar la empleabilidad de aquellos sectores socioeconómicos más debilitados y que de no existir este tipo de instituciones, se agravarían los problemas de desigualdad, de productividad y de paz social en un país. Por tanto, al interior de las instituciones, trabajan afanosamente en no perder nunca esos lazos comunicantes con los espacios laborales.
En el caso de Duoc UC están los Consejos Empresariales de cada una de las Escuelas; un porcentaje alto de docentes que se desempeñan en las empresas en tareas similares a las que enseñan; estudios focalizados para saber de las novedades de la industria; elaboración de nuevas Carreras que surgen desde las necesidades presentes y futuras de los espacios laborales. Respecto a esto último, sin duda alguna, la creatividad y novedad, es superior en los institutos técnicos y profesionales que en las universidades, ya que en estas últimas tienden a la permanencia en sus propuestas académicas más que a la novedad ofertada.
Desde el Directorio de la Fundación y la Dirección Ejecutiva de Duoc UC, han puesto renovado énfasis a la empleabilidad como uno de los nortes centrales de toda la formación a estudiantes que se hace en todas las Sedes. Al hacerlo, lo que hicieron, fue renovar con energía uno de los principios fundadores de la educación vocacional en el mundo. Nunca serán suficientes los esfuerzos dirigidos a la pertinencia de las Carreras; pero es una de las tareas más esenciales para mostrar la calidad real de un instituto profesional.
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