El lunes 17 de agosto falleció el Rector Emérito de la Pontificia Universidad Católica de Chile Juan de Dios Vial Correa. Un académico y una autoridad de las más recordadas para toda la comunidad de la Universidad. Lo primero, porque, con su gran cultura y sapiencia, sintetizaba en sí mismo el modelo de incansable búsqueda de la verdad, que refleja el sentido más profundo del quehacer universitario, y, lo segundo, por su gran contribución a desarrollar la institución en sus 15 años de rectorado.
A la Universidad Católica la embarga una gran tristeza, como también a Duoc UC. Para ambas instituciones el exrector Vial fue fundamental: Para la primera, porque le correspondió dirigirla, en un período difícil, cumpliendo el encargo especial que le había pedido la Iglesia, desempeñándose con gran brillo, y, para nosotros, por su permanente aporte a nuestro propósito, a la entrega de lineamientos, y el apoyo en general para que Duoc UC pudiera avanzar y desarrollarse.
En 1990, por ejemplo, el exrector Juan de Dios Vial Correa entregó a la Fundación Duoc UC tres lineamientos para modelar su naturaleza y su peculiaridad:
a) “Aportar a la sociedad un ideal formativo y educacional inspirado en la revelación de Jesucristo, y plasmado en una obra que sea profundamente fiel a la Iglesia.
b) Aportar a la sociedad formas de instrucción que estén acordes con el desafío intelectual, científico, técnico y profesional del tiempo que vivimos.
c) Darle a toda esta obra una organización flexible y eficaz, en la que la creatividad de las personas y los grupos no se vea indebidamente interferida por el peso de una organización central hipertrofiada”.
En todos sus discursos expresaba y defendía con energía la identidad católica de Duoc UC. Consideraba que este era un aspecto intransable, que no se podía relativizar, pues se dejaría de ser la institución que se había fundado y se perdería una parte esencial de la formación integral de las personas. Duoc UC, expresaba Vial, no debía olvidar nunca que “es una obra de Iglesia al servicio de la Iglesia, al servicio de la función docente de la Iglesia, y eso es ciertamente no un motivo de vanidad, es un motivo de acción de gracias, de alegría, de ser llamados por el Señor a servir a su pueblo en una obra educacional de esta cuantía”.
En Duoc UC siempre estuvo presente. Venía cada vez que fue invitado. No son pocos los discursos que pronunció cada vez que se inauguraba alguna sede o se le invitaba para algún evento especial. En esos momentos siempre aprovechaba de reflexionar sobre la naturaleza de los estudios técnicos y profesionales, y de comunicarlo a la audiencia que era propia de Duoc UC.
No pocas veces recordó a Abdón Cifuentes en los discursos que dictaba. Era una manera de acercar y de vincular a Duoc UC con la fundación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, recordándonos que desde sus orígenes institucionales Duoc UC contó con un padre y precursor intelectual de los estudios técnicos, simbolizado en la figura del primer Secretario General que tuvo la Universidad en 1889. Así se recordó, además, en el texto de historia de los cincuenta años de nuestra institución.
¿Cuál era el concepto que el profesor Juan de Dios Vial Correa tenía de Duoc UC?
En 1995[1] expresó que: “La educación técnica no es entonces una instrucción para el automatismo, sino una formación para un tipo de creación muy importante y peculiar. Eso me parece importante recordarlo porque una de las cosas fundamentales, más bien uno de los vicios fundamentales de nuestra formación chilena, es eso de que el quehacer técnico, el trabajo técnico, parece como disociado de la realización humana integral, parece como marginado de los grandes deseos o anhelos de la persona, cuando debería ser uno de los ingredientes más ricos para configurarla”. Deseaba un Duoc UC que educara integralmente dentro del espacio de lo técnico profesional.
En el mismo discurso, distinguió la diferencia esencial entre la Universidad y nuestro Instituto Profesional, al expresarnos: “durante muchos años la Universidad vivió esta llamada a preocuparse del aspecto técnico, a preocuparse de la enseñanza técnica en sus distintos niveles y formas (…) pero que dentro del complejo de una institución universitaria, resultaba como descolocada, no podía convivir, no podía desarrollarse armoniosamente, desarrollarse con todo su vigor, incrustada dentro de la Universidad (…) La solución original fue, tener ligada a la Universidad, que existiera una institución autónoma que se ocupara específicamente de ese aspecto, que no se interfirieran recíprocamente las modalidades de enseñanza, que no se perjudicaran, que se le diera todo el vigor, el despliegue que necesitaba la enseñanza técnica, y eso representa la originalidad de Duoc UC”.
En 1998[2], el ex Rector creía que con Duoc UC la Universidad se descentralizaba, y se fortalecían ambos proyectos educativos. Afirmó que: “La mezcla de actividades muy diversas como la universitaria y la formación técnica no es favorable para la institución universitaria. Las diferencias de régimen de estudios, así como de organización y exigencias al profesorado son muy grandes. Existen también algunas perspectivas de la Educación Técnico Profesional que se pueden desarrollar mucho mejor en instituciones concebidas para ella que bajo el régimen universitario. Una de ellas es la educación dual en sus distintas formas, que pone al futuro profesional en contacto directo con la realidad industrial y que fuerza una interacción entre el centro educativo y la empresa, centrada en torno de aquello que es esencial para ambas organizaciones: las personas que estarán llamadas a vitalizar y humanizar el trabajo industrial. Otra sería la respuesta a la necesidad nacional de pequeños y medianos empresarios, capaces de abordar de modo creativo y con conocimientos técnicos precisos una actividad empresarial a escala personal “. Se trataba de que Duoc UC buscara su peculiaridad en su proceso de enseñanza y aprendizaje, y que fuera un complemento armónico de la Universidad.
Cuando observaba toda la actividad académica, y ponía su retina en los docentes, expresaba en 1995: “queremos para Duoc UC un cuerpo docente de alta calidad, de alta dedicación, entregado a la tarea, constructores de catedrales y no picadores de piedras. Gente que esté compenetrada de la finalidad del conjunto de la obra y del detalle que le corresponde a cada uno de ellos”. Afirmaba que: “el profesor tiene que saber en el fondo de su alma, que con su trabajo de enseñanza, él no está plenamente agotando, ni de lejos, las posibilidades de las personas que lo rodean, y tiene que estar abierto a sus inquietudes, tiene que recibir de ellos para poderles dar, tiene que acordarse de que no hay ningún estudiante que no esté aquí para algo, por algo, por objetivos, razones, motivos, podemos calificarlos como queramos, pero que son los propios de él y él siente como los más fundamentales de su vida y que nos corresponde a nosotros encauzar”.
Ha fallecido un maestro de varias generaciones. Duoc UC ha tenido una pérdida significativa, se ha marchado una gran persona, que nos ayudó en el pasado, y que continuará siendo un faro que nos iluminará en los momentos que tengamos dudas sobre lo que hacemos.
Lunes 24 de agosto de 2020.
[1] Discurso Juan de Dios Vial Correa al cumplirse 27 años del DUOC. Pronunciado el 26 de octubre de 1995.
[2] Discurso pronunciado por Juan de Dios Vial Correa al cumplir 30 años Duoc UC. 29 de octubre de 1998.
0