En Duoc UC el área de Desarrollo Estudiantil busca promover la formación integral de nuestros alumnos, apoyar la permanencia de estos para que puedan finalizar sus estudios, dar herramientas que propicien la empleabilidad y mantener el vínculo una vez titulados. En este marco, es relevante estar continuamente “leyendo” a los estudiantes; es decir, conocer sus necesidades, entender sus preocupaciones y conectarse con sus realidades, para acertar en los medios que puedan ser un aporte significativo a lo largo de sus años en la institución.
Motivados por lo anterior, durante 2018 realizamos focus group en la jornada vespertina, orientado a levantar temas que fueran relevantes para este segmento. Luego de un análisis de esas reuniones, pudimos visualizar la necesidad de crear espacios de acogida a través de comunidades, definidas como grupos de alumnos que generan un particular sentido de pertenencia por ciertas características comunes, entendiendo que son un ámbito propicio para el desenvolvimiento y el desarrollo de habilidades sociales, que no se dan en la masividad.
Uno de los grupos identificados, corresponde a los estudiantes extranjeros. El 31 de diciembre del 2018, el INE publicó que el número de inmigrantes en Chile ascendía a 1.251.225 personas, equivalentes al 6,6% de la población, aumentando más de dos puntos porcentuales respecto de lo publicado en 2017 por la misma institución. Un incremento que se ha visto reflejado también en la sede Puente Alto, considerando que este año tenemos un 20,4% más de alumnos extranjeros respecto al anterior.
Por otra parte, nos enfrentamos a uno de los efectos positivos de la gratuidad, que ha sido el ingreso de personas mayores de 45 años a la educación superior. En los focus group mencionados, se levantó la brecha generacional que existe entre estudiantes más jóvenes y los que tienen más experiencia, sobre todo respecto de áreas tecnológicas y medios de comunicación.
Respondiendo a la información antes descrita, nace en el equipo de Desarrollo Estudiantil de la sede Puente Alto la inquietud de formar dos comunidades de estudiantes: Extranjeros y mayores de 45 años.
Así, en la Semana Cero del 2019 dimos inicio al trabajo con comunidades de estudiantes. En el caso de los extranjeros, fueron convocados a un conversatorio en el cual contamos con la participación de un profesor experto en inmigración, quien les entregó tips para hacer frente a los cambios culturales a los que se verían expuestos.
Durante la misma semana, recibimos a los estudiantes mayores de 45 años con un pequeño coffee. En un ambiente más distendido los invitamos a que nos contaran sus sueños y sus temores. Varios de los presentes se animaron a dar testimonio de su experiencia con gente más joven, otros nos hablaron de sus aprensiones y esperanzas. El haber compartido esas vivencias generó un clima propicio para formar una comunidad. Al acabar la reunión, algunos intercambiaron sus contactos y otros incluso se animaron a presentarse como consejeros de Carrera.
A pesar de que los estudiantes extranjeros se mostraron tímidos en la primera instancia, en las reuniones posteriores fueron interactuando más y se armó una buena red de apoyo entre los mismos compañeros, a lo que se sumaron las cuatro reuniones que realizamos con ellos a lo largo del año. En el caso de los mayores de 45 años, han sido tres las instancias formales y muchas las informales que se han generado durante 2019.
Producto de estos encuentros con ambas comunidades se han formado amistades, se han dado espacios de reflexión conjunta del acontecer nacional, se han formado redes de apoyo que han perdurado en lo que va del año y se han podido atender necesidades levantadas por miembros del grupo, que nos permitieron llegar a tiempo y evitar la deserción de al menos tres alumnos. Han funcionado también como medio de difusión de actividades, noticias y beneficios.
Los desafíos a futuro con estas comunidades son mantener los lazos una vez egresados de la Carrera y fortalecer las redes ya generadas, impulsando actividades propias de cada grupo. Por ejemplo, que de la comunidad de extranjeros salgan actividades de enriquecimiento intercultural, exposiciones de sus países o actividades que faciliten su integración.
Gracias a esta experiencia, hoy podemos ver que hay muchas más comunidades que podrían desarrollarse, como aquellas convocadas por hobbies en común, desde las cuales podemos generar talleres o actividades para el resto del alumnado. Sin duda la valiosa experiencia de este año nos demostró que este tipo de agrupaciones genera una interacción, que desarrolla la personalidad y permite adquirir herramientas que despliegan las posibilidades de relacionamiento necesarias para desenvolverse adecuadamente en el cada vez más complejo mundo laboral. Una motivación, para continuar trabajando en torno a las comunidades estudiantiles.
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