Si conoces el camino, puedes ver los detalles: Sabemos que para que se produzca un aprendizaje efectivo debe haber factores del entorno que generen impacto en la función motivacional que suscite el interés de los alumnos por aprender.
En la sede Plaza Oeste tratamos de que nuestros alumnos se sientan como en casa, generando un ambiente familiar que los motive, donde participan docentes, administrativos y auxiliares que interactúan en un entorno cómodo, cálido, seguro y atractivo, con espacios que fomentan el aprendizaje por medio de la investigación y colaboración.
Para lograr lo anterior, debemos entender que cada Unidad aporta, desde su función, en el aprendizaje de los alumnos por lo que durante el 2018 la Subdirección Económica y de Gestión, en conjunto con la unidad de Personas de la sede Plaza Oeste, trabajó con los colaboradores para que entendieran la relación que existe entre el aprendizaje de los alumnos y la función que desarrollaba cada uno desde su labor diaria. Es por este trabajo, sistemático y co-construído con los colaboradores, que al preguntar a los auxiliares de seguridad ¿cuál es su función en la Sede?, ellos responden: “Ayudamos a formar profesionales, entregándoles un entorno seguro”. Si la misma pregunta se la hacemos a un auxiliar de servicios, ellos responden; “Ayudamos a formar profesionales, entregándoles un entorno limpio y agradable”. Si le hacemos la pregunta a los colaboradores de CETECOM y administración, ellos responden: “Ayudamos a formar profesionales, manteniendo el equipamiento tecnológico en óptimo funcionamiento, eficiencia en la entrega de los recursos e información para que las actividades se desarrollan en los diversos espacios”.
El desafío del 2018 ya se había logrado. Cada persona sabía cómo impactaba desde su función al aprendizaje de los alumnos, pero ahora había que motivar a las personas a trabajar colaborativamente en un entorno de respeto y compromiso.
El Desafío 2019: Un equipo motivado
Para comenzar con esta nueva etapa nos preguntamos: ¿Cuándo un equipo podría estar motivado? La primera respuesta que se nos presenta tiene que ver con la felicidad, pero ¿qué hace feliz a una persona en su trabajo?, ¿cómo podemos mantener la energía, dedicación y concentración que nos demostró el equipo de la Subdirección Económica y de Gestión en el 2018?
Con estas preguntas, establecimos un plan de trabajo con una metodología participativa, que consistió en generar instancias en donde la Subdirección Económica y de Gestión completa, y principalmente Servicios Generales, participara en actividades transversales de la Sede de forma voluntaria, invitándolos a la mayoría de los talleres que realizamos con colaboradores ya sea recreativos, de trabajo con Dirección de Personas de la Sede en actividades basadas en Psicología Positiva o instancias formales donde pudieran debatir sus propios puntos de vistas, sensibilizando a las diferentes áreas de la Sede sobre la relevancia del trabajo que este equipo realiza a diario para la consecución de los objetivos globales y poniendo de manifiesto la importancia de la comunicación clara y efectiva en el trabajo colaborativo inter-áreas, en los cuales ellos pueden ser un agente relevante y positivo dentro del Engagement global de la Sede. Todas las actividades realizadas con los equipos de la Subdirección permitieron una mejora en la cohesión interna, nuevas formas de resolución de conflictos y la posibilidad de tener espacios de contención y escucha con sus líderes y pares, tanto en los equipos de Servicios Generales, CETECOM, Administración y Financiamiento, los que generan los cimientos para un trabajo posterior fortalecido y más desafiante para el 2020.
Las condiciones físicas y el aprendizaje
En la sede Plaza Oeste entendemos que el entorno físico tiene una relación directa en el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes, como también lo demuestran algunos estudios al respecto. Nuestros alumnos deben contar con todo el equipamiento para desarrollar sus competencias técnicas, espacios que fomenten el desarrollo de actividades artísticas, recreativas y de investigación, condiciones de comodidad como electricidad, agua, iluminación adecuada, ventilación y seguridad.
Este año 2019, hemos realizado varios proyectos de inversión y operación que buscan mejorar las condiciones del entorno, impactando en la calidad de la educación. Es así como mencionamos algunas:
-Mejoramos la acústica y ventilación de las salas de clases.
-Mejoramos la iluminación de salas, pasillos y patios (día y noche).
-Aumentamos las áreas verdes.
-Mejoramos los servicios de alimentación con nuevos proveedores.
-Dispusimos de más espacios para reunión de alumnos, docentes y colaboradores.
-Mejoramos las condiciones de entorno en salas de estar, baños y coordinaciones de carrera.
-Mejoramos la seguridad en el acceso y en el perímetro de la sede.
-Dispusimos de un ascensor con mejor tecnología y seguridad.
-Mantenemos todo el equipamiento operacional en óptimas condiciones.
La crisis, una lección que no se puede olvidar
Hasta el día de hoy las encuestas de servicios, aquellas que son localizadas, las reuniones con la dirección de Sede y otras instancias internas nos hacían creer que las acciones antes enumeradas eran claves en la mejora de la calidad de la educación en nuestra Sede. Sin embargo, con la situación que se generó en el país y que repercutió en solicitudes directas que hicieron nuestros alumnos a nuestra gestión, nos dimos cuenta de que en este último tiempo hemos “interpretado” muchas de las necesidades que tienen nuestros alumnos, sin escucharlos directamente. Algunas necesidades son básicas y de fácil solución, pero nuestra interpretación nos llevaba a implementar otras decisiones. Por ejemplo, puedo mencionar que los alumnos de diseño necesitan un espacio solo para mostrar sus trabajos y exponer su arte, algo que puede ser muy simple en términos económicos y de operación. Hoy no podemos olvidar que escuchar activamente a nuestros alumnos es clave ya que son los mismos que están al centro de nuestro quehacer.
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