En esta nueva experiencia de clases online siempre les digo a mis alumnos: “ustedes son privilegiados…”. Seguramente ellos deben pensar que yo también lo soy; lo que es cierto, pero ellos a diferencia mía son nativos digitales y más aún porque al ser estudiantes de la carrera de Diseño, se manejan como “peces en el agua”.
La educación online si bien lleva años, hoy llegó con fuerza para convertirse en una tremenda oportunidad para la época que estamos viviendo, no solo por el COVID-19 sino por la era digital.
Hoy estamos experimentando la educación online en “vivo y en directo”, generando encargos, concursos, planteamientos, foros, investigaciones, entre otras metodologías virtuales. El teletrabajo, telestudio no es cambiarse de sitio, sino es un cambio de modelo, de referencia y mentalidad y todo esto es una oportunidad.
Nunca se había detallado tanto en el mundo académico virtual y es una herramienta que vino para quedarse…, Así es como lo siento yo y otros pares con quienes lo he conversado. Docentes, Colaboradores y estudiantes nos hemos sumado a este gran desafío que ha permitido seguir adelante con el semestre y año académico. Además, es probable considerar que algunos cursos podrían quedarse para siempre en la modalidad online, porque se logran mejor los objetivos de aprendizajes y la internalización de estos, siendo también sostenible en términos económicos.
No hay duda de que en el mundo de la educación los desafíos de esta nueva modalidad implicarán un cambio cultural considerable, ya que en poco tiempo la educación a distancia apareció como una notable herramienta. Esta pandemia nos comprimió y lo que podíamos haber elaborado en meses se gestionó en un corto tiempo, y hoy veo con orgullo la capacidad de adaptación de mis compañeros docentes, colaboradores y alumnos al respecto.
Hoy como muchos docentes nos encontramos en el aula virtual, donde sin llave abrimos y cerramos la sala, con nuevos códigos, señales y virtualmente compartimos nuestros hogares y espacios de trabajo.
Este espacio virtual a mi modo de ver es un influyente desarrollo de comunicación, un espacio para acoger y resolver las interrogantes e intercambiar contenidos Pero más allá de eso, quiero expresar que detrás de cada clase online hay cariño, donde se escucha, consuela, orienta, contiene e inspira a los alumnos…. Y esto no se debe dejar nunca de lado.
Es muy importante clase a clase considerar las condiciones en que se encuentran los y las estudiantes: escucharlos cuando piden ayuda. Pueden estar ansiosos, exhaustos, agotados. Por ende considero que la clase pasa hacer ser muy importante para ellos cuando tienen la posibilidad de focalizarse en ella.
El involucramiento personal inmediato entre los estudiantes y el docente crea una mayor sensación de comunidad y menos sentimientos de aislamiento, por lo que considero muy importante planificar el tiempo para incluir comunicación frecuente y constante con los estudiantes.
Mi experiencia personal como docente es que me siento en primera línea viéndome en la premura de dominar habilidades didácticas en la educación virtual, donde en cada clase aprendo algo nuevo. A mis alumnos les digo: Yo no enseño, nos enseñamos.
En estos tiempos de intranquilidad, enseñar requiere tomar en cuenta varios aspectos: El primero y más importante es mantener la calma y entregársela a los alumnos, luego la imaginación y flexibilidad; estar atento a cambiar estrategias si alguna no funciona y apoyar a los estudiantes a obtener los aprendizajes centrales del curso en este ambiente online.
Durante este proceso me he focalizado en que los estudiantes se sientan cómodos, para que aprendan los aspectos centrales del curso, siendo muy importante establecer exigencias adecuadas, acorde a la actualidad y no generar un ambiente de agobio.
En el transcurso de este desarrollo educativo he visto varias ventajas de la enseñanza online sincrónica, como por ejemplo, un intercambio más oportuno entre estudiantes y docente, mayor flexibilidad de tiempo, lo que puede hacer que las experiencias de aprendizaje sean más asequibles a diferentes estudiantes, siendo las respuestas inmediatas. He percibido mayor involucramiento, ya que los estudiantes están en primera línea recibiendo la información con más tiempo para interactuar, exponer y registrar el material del curso.
En paralelo, como docente ha significado un gran aprendizaje, con muchos desafíos, alegrías y frustraciones. Pero como todo en la vida, el tiempo pasa hacer el mejor compañero, permitiendo dominar estrategias virtuales, con nuevos recursos didácticos creativos que vayan más de acuerdo con los intereses y necesidades de los estudiantes.
Aprendí a utilizar los recursos tecnológicos de manera menos rigurosa, siendo de la opinión que hay que aventurarse a experimentar con lo que vamos conociendo en el camino, ya que en el mundo virtual no hay nada agotado, y como sabemos esta esfera satelital es infinita y así lo he ido valorando.
Antes de esta experiencia, la formación online me generaba ciertas dudas, casi siempre derivadas de prejuicios que habíamos heredado de la educación tradicional. Pero ahora me he dado cuenta de que me he enfrentado a un efectivo mecanismo de enseñanza.
A partir de ahora, muchos más alumnos y docentes tendremos la experiencia de este método y en el futuro podremos acceder a diferentes cursos online de formación continua, convirtiéndose esta experiencia en la antesala para ir a estudiar a cualquier lugar del mundo, donde las fronteras ya no existen.
Cada clase que realizo no dejo alegrarme cuando escucho el sonido que se van conectando mis alumnos, un sonido de salto como peces en el agua.
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