Largos meses han transcurrido desde el inicio del primer semestre 2020, donde con mucha anticipación todos nos planificamos y preparamos para enfrentar otros escenarios y contingencias de índole más social, pero no pensamos que tendríamos que lidiar con los problemas y desafíos que surgieron producto de esta pandemia. En marzo, todavía teníamos fresco el recuerdo de como fue el término del 2019, el desarrollo de la Temporada Académica de Verano y, sin duda alguna, queríamos que el tan anunciado y complejo 2020 llegara pronto con sus nuevos desafíos, teniendo claridad de que serían difíciles, pero que los abordaríamos en conjunto y volveríamos a superar cualquier situación que nos tocara vivir. Con la experiencia y aprendizajes adquiridos, todos los equipos de colaboradores y docentes de Puente Alto, sabíamos que en nuestra querida Sede tendríamos que lidiar con eventos, los cuales ocurrieron durante la primera semana de clases, que requerirían de mucha contención hacia nuestros estudiantes, preocupados de seguir cumpliendo nuestra Misión y Proyecto Educativo.
Pero de un día para otro, lo planificado cambió, las preocupaciones de lo que podría ocurrir en nuestra Sede o sus alrededores se modificaron y desaparecieron instantáneamente. Salas, talleres y laboratorios quedaron vacíos, del ajetreo diario y constante de nuestros estudiantes en nuestros pasillos y diversos recintos, pasamos a un estado de “congelamiento” y todas las gestiones, coordinaciones, reuniones y proyectos de los cuales estábamos acostumbrados a realizar en nuestro lugar de trabajo, se tuvieron que venir con nosotros a nuestras casas, a convivir con nuestras familias, en nuestros improvisados nuevos espacios de trabajo, de clases y de aprendizaje remoto.
De alguna u otra manera, siempre habíamos pensado en cómo obtener mayores beneficios de la tecnología, sus enormes posibilidades de obtener mejores recursos de aprendizaje y aprovechar nuestra experiencia, comenzando a migrar desde nuestra acostumbrada presencialidad hacia un mundo remoto. Considerando la historia de nuestras últimas implementaciones, lo habríamos diseñado, analizado y planificado al mayor detalle posible para luego difundirlo, capacitarnos y poner en operación, pero no tuvimos tiempo para planificar ni ejecutar nada de lo anterior. Nos vimos forzados a avanzar e implementar contra el tiempo y donde al inicio tuvimos todos que pasar a ser estudiantes para aprender a trabajar y coordinarnos de una manera remota para así recién poder entregar nuestra oferta académica de otra forma, desconocida para muchos y quizás algo incómoda para otros.
Frente a esta realidad, debimos aprender a trabajar distinto y gestionar nuestro tiempo de una nueva manera. Las reuniones de equipos de la Sede y Centrales debieron ser aún más periódicas para coordinar cada proceso que conformó tanto el cierre del primer semestre, como la planificación y programación académica del segundo semestre. Hace años que veníamos funcionando de una forma más o menos similar y ahora al no tener una visualización directa de nuestros avances o al menos, el poder tantear y percibir presencialmente sobre la evolución del semestre viendo a nuestros estudiantes y docentes, nos abrió una interrogante de si podríamos ejecutar nuestras tareas de forma remota. La suspensión de horas prácticas con su difusión a docentes y estudiantes, los lineamientos de cierre de semestre, definición de estudiantes eximidos, reprobados por inasistencia, la aplicación de los exámenes transversales, la modificación del calendario académico, las semanas de extensión del semestre, son los principales procesos que coparon nuestra agenda diaria hasta que llegamos a poder cerrar el semestre, gracias a Dios, sin mayores inconvenientes.
A lo anterior y en paralelo, corresponde considerar todo lo relacionado con la planificación y programación académica del semestre en curso. Donde en los criterios de programación para nuestras asignaturas, las unidades académicas definieron tipos de semipresencial dad que influyen en la manera de programar y dictar los cursos. Además, el Modelo Instruccional definido por la Institución vino a capitalizar todo lo aprendido durante el último tiempo, con tal de fortalecer nuestras clases remotas mediante el Diseño Instruccional de las asignaturas, Apoyo a Docentes, Estudiantes y Capacitaciones.
Empezamos este semestre de una mejor manera en comparación a como fue el inicio de las clases remotas. La experiencia de los últimos meses nos permite avanzar a pie firme en la búsqueda del logro de los aprendizajes por parte de nuestros estudiantes y las orientaciones, recursos y herramientas llegaron para continuar fortaleciendo a nuestros docentes. Estamos recién empezando este periodo académico, pero todavía nos queda pendiente la ejecución de una gran cantidad de actividades y horas prácticas indispensables para alcanzar los aprendizajes definidos en los programas de las asignaturas; apenas el avance y manejo de la pandemia en nuestra comuna lo permita, esperamos volver a recibir a nuestros estudiantes para concluir esos cursos, con las más estrictas medidas de seguridad y dando cumplimiento a los protocolos definidos para ello.
Sin duda, han sido tiempos complejos, pero cargados de un enorme aprendizaje para todos quienes conformamos nuestra comunidad educativa. Resulta ineludible entregar enormes agradecimientos a todos nuestros equipos de colaboradores, docentes y estudiantes. A nuestros colaboradores, por su dedicación, empeño y espíritu colaborativo para que los procesos, experiencia y tiempos de respuesta sean los que nuestros estudiantes y docentes merecen. A nuestros docentes, por su preocupación para que sus alumnos aprendan y no desistieran en sus esfuerzos por crecer, a pesar de todas las adversidades que enfrentaron y por el ingenio para buscar nuevas y mejores formas para llegar a ellos. A nuestros estudiantes, por su confianza y capacidad de adaptación para continuar con ganas con su aprendizaje.
Durante este tiempo de trabajo remoto, creo que nuestra Misión y propósito los hemos vivido día a día. El por qué y para qué hacemos lo que hacemos, han quedado en una gran y positiva evidencia. Es probable que no nos demos cuenta realmente de lo conseguido hasta cuando todo esto pase, pero a la luz de los resultados, la gestión y operación académica se ha visto fortalecida y sin duda, seguiremos aprendiendo y mejorando para y por nuestros estudiantes y una mejor sociedad.
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