Al finalizar el año siempre se hace necesario evaluar la gestión y el quehacer como personas, como equipo y ahora más que nunca se hace imperante analizar nuestras prácticas como sede San Andrés. Es evidente que este año nos trajo cambios radicales en la forma en que hacemos las cosas, en la forma en que nos comunicamos y relacionamos. Después del estallido social que nos sacudió en octubre del 2019, sabíamos que tendríamos que hacer algunos cambios pero no vaticinamos que se vendría una pandemia que modificaría todo.
Si bien a nivel personal este año ha sido para todos un gran desafío, desde el ámbito educacional lo ha sido el doble. Primero porque tuvimos que comprender y adecuarnos como individuos a esta nueva realidad de trabajo, considerando las situaciones de nuestros estudiantes y también de nuestros docentes y colaboradores, haciendo los esfuerzos por brindar las condiciones necesarias para implementar un modelo de trabajo y de educación distinto pero que representara lo que somos en la Sede y segundo, por considerar y mejorar constantemente los esfuerzos que hacemos para no perder la calidad de nuestra formación y que la situación mundial no fuera en desmedro de la calidad de nuestros profesionales.
Bajo ese doble enfoque, el primer semestre fue implementar todos los servicios y áreas al modo virtual, así mismo las clases y la atención remota pero también fue un desafío migrar otras áreas que tienen que ver con la relación de comunidad que normalmente se vive en la Sede. Por ejemplo, con la Pastoral, Desarrollo estudiantil, Desarrollo laboral y otros servicios estudiantiles, espacios que pensamos sería imposible conectar tras una pantalla pero que obtuvieron hitos importantes no solo en nuestra Sede sino a nivel central, reconocimiento de ello fue la transmisión del evento de Bienvenida y el Aniversario de Duoc, donde el equipo de AE radio se encargó de la producción ejecución y transmisión online del evento uniendo a todas las sedes de nuestra institución con más de trece mil conectados simultáneamente.
A pesar de la adversidad de los tiempos, la Pastoral logró mantener la comunidad unida y continuar con las misiones y los voluntariados haciendo más fuerte el nexo con los más desprotegidos. Los estudiantes comprometidos participaron en campañas solidarias, hicieron acompañamiento telefónico a adultos mayores del PADAM hogar de Cristo de Penco, Lirquén y Tomé, prepararon almuerzos para el Comedor Solidario de la Parroquia San José Obrero y surgieron otras bonitas iniciativas donde se sumaron nuestros colaboradores como “Arcoíris de la fe” donde a través del relato de cuentacuentos ilustrados daban a conocer parábolas para niños; también el Coro Pastoral Jaris nos deleitó con distintas canciones cristianas para celebrar algunas festividades.
En la misma línea, los estudiantes tuvieron talleres deportivos, de baile, campeonatos y torneos, espacios en los cuales pudieron desenvolverse en otros ámbitos que acompañan su formación como profesionales integrales. En el área laboral ejecutamos talleres, conversatorios y charlas que les permitiera aprovechar las distintas herramientas que pusimos a su disposición mejorando su empleabilidad. Sabemos que los tiempos han sido difíciles sobre todo en el campo de lo laboral, por eso quisimos seguir guiando a nuestros titulados con numerosas ferias laborales virtuales y programas de acompañamiento en distintas áreas por medio de conversatorios de acuerdo al rubro de cada escuela y asesorías personalizadas.
En lo estrictamente académico, nuestros docentes y equipo técnico realizaron distintas acciones para implementar la virtualidad con eficiencia. Para lograrlo facilitamos la conexión remota a los laboratorios específicos que tienen algunas carreras; pusimos a disposición diversos software para que los estudiantes pudiesen trabajar desde sus hogares con ellos al igual que como podrían haberlo hecho en la Sede en tiempos normales; también facilitamos programas de simulación para que practicaran los conocimientos y habilidades adquiridas en las clases remotas sincrónicas y asincrónicas.
Otro cambio importante durante el segundo semestre que nos permitió el avance en las fases de desconfinamiento fue la ejecución de los talleres y clases prácticas en pequeños grupos de estudiantes, espacio esencial del sello de nuestro modelo de estudio. Un ejemplo del compromiso en la formación de nuestros estudiantes y también con su integridad son las clases prácticas de los estudiantes del área de Turismo, quienes pudieron retomar sus talleres y salidas a terreno considerando todas las medidas preventivas, entendiendo que las actividades pedagógicas son necesarias pero también lo es el resguardo de su salud.
La implementación de las normas sanitarias aprobadas por la Seremi de Salud, el comité Paritario y la Asociación Chilena de Seguridad, ACHS, nos dio la confianza para volver a la Sede con todos los protocolos y la seguridad que entre todos nos cuidamos y entre todos avanzamos. Bajo esa misma mirada es que nos planteamos continuar avanzando según las autoridades sanitarias nos lo permitieran teniendo siempre presente el resguardo de nuestra comunidad educativa y el compromiso con la formación de personas y profesionales que se adaptan al cambio.
Pese a todos los contratiempos de este año viviendo en pandemia, los esfuerzos y cambios dieron fruto: logramos que el 85% de los alumnos participaran de los talleres presenciales tal como lo indicaba la programación inicial de sus actividades pedagógicas, poniendo en práctica los saberes adquiridos en las clases remotas durante el tiempo de confinamiento.
Además, con todos los aprendizajes en relación a seguridad y normas sanitarias como equipo pudimos culminar el cierre de año con un evento hito en la formación de nuestros estudiantes: la entrega de títulos físicos, si bien por la contingencia nos quedamos sin la ceremonia presencial como es de costumbre, no quisimos dejar pasar este importante momento para la vida de nuestros profesionales y de sus familias y nos adaptamos a una ceremonia virtual post entrega de los diplomas, donde pudieron fotografiar el momento y despedirse con un hasta luego de su Sede y sus formadores.
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