La formación Técnico Profesional se caracteriza principalmente por complementar lo teórico con lo práctico, donde mi trabajo como educador en las áreas de la electricidad y la automatización industrial tiene un aspecto práctico que es fundamental. Las clases en laboratorios y talleres, la interacción con los estudiantes, ver sus avances en el uso y aplicación de las diferentes herramientas tecnológicas que usamos en nuestra especialidad, la colaboración, el trabajo en equipo y la solución de los desafíos planteados generan un conjunto de aptitudes muy importantes para el desarrollo profesional que difícilmente pueden ser reemplazadas desde solo lo teórico.
Sin embargo, la irrupción de la pandemia a principios del 2020 trastoca todas estas premisas y nos obliga como equipo a diseñar estrategias que complementen el trabajo teórico en un entorno en que las actividades prácticas se ven muy complejas llevar a cabo. Y es aquí donde nacen o toman relevancia estrategias y metodologías que si funcionan bien en educación remota, entre ellas, el “Aprendizaje Basado en Proyectos” (ABP) y el uso de herramientas de software y simuladores.
El aprendizaje basado en proyecto es una metodología que nos ha permitido explorar, desde el mundo virtual, el trabajo colaborativo de nuestros estudiantes, pero además poniendo en práctica los conocimientos teóricos de varias disciplinas. Un ejemplo: En séptimo semestre de la carrera Ingeniería en Electricidad y Automatización Industrial, tenemos las asignaturas de proyectos de ingeniería y diseño de proyectos de automatización, como estrategia, los docentes que dictamos estas asignaturas nos pusimos de acuerdo para que los alumnos desarrollen el mismo proyecto industrial, diseño de un sistema automático y eléctrico de una planta de tratamiento de agua potable, en ambas asignaturas, con la intención que lo aborden como un proyecto integral y multidisciplinario.
Desde proyectos de ingeniería, se entrega el marco teórico y práctico para elaborar el eslabón eléctrico del proyecto y en diseño de proyectos de automatización, en cambio, diseñamos y desarrollamos los sistemas de automatización y control para la planta de tratamiento de agua. Como apoyo a ambas asignaturas usamos diversos softwares de simulación que adicionalmente son excelentes herramientas de uso cotidiano en su vida profesional: aplicaciones como XL PRO para el diseño y dimensionamiento de tableros eléctricos y de control; el Machine Expert Basic y el Vijeo Designer para la programación de PLC y diseño de pantallas HMI han sido un gran soporte en la consolidación del conocimiento técnico obligado en esta área. El uso de estas aplicaciones se ve complementado con el acceso a herramientas de diseño como AutoCAD o de ofimática como Excel, Word y Power Point que complementa la batería de herramientas que nuestros alumnos heredarán en su vida laboral.
Todo esto lo vamos complementando con charlas técnicas, webinar y talleres virtuales que gestionamos con especialistas de marcas de equipos, esto suma como un acercamiento del mundo productivo a la formación profesional de nuestros estudiantes, y ellos lo agradecen.
Como docente, esta adaptación me ha obligado a innovar y fortalecer mi creatividad y trabajo en equipo, estar constantemente planificando en conjunto con mis colegas, preparando y adaptando material adecuado para las clases remotas y probando estrategias para mantener la atención e interés de los estudiantes, contextualizar los contenidos con ejemplos, imágenes, videos y objetos concretos y reales mostrados a través de la cámara. Por otro lado, he visto que nuestros alumnos han potenciado, además de las aptitudes antes mencionadas, sus capacidades de análisis al diseñar una solución desde la abstracción del problema, autonomía y autoaprendizaje al deber investigar de forma independiente muchas de las funcionalidades que estas herramientas ofrecen, el trabajo en equipo y la colaboración de diferentes personas con distintas capacidades.
Un ejemplo de esto último son los proyectos inter-escuelas y participo en el proyecto “Tecnologías adaptativas para la inclusión”. Aquí diseñamos y desarrollamos tecnología como recursos de apoyo para estudiantes con discapacidad múltiple y severa del Colegio CERES de Concepción. Tecnología que les permite la comunicación, participación y acceso inclusivo con su entorno, fortaleciendo su integridad y autoestima. En este desafío se ha formado un equipo interdisciplinario, con alumnos y profesores de las escuelas de Ingeniería, Diseño, Informática y Salud; además, del valioso apoyo que nos entregan desde la unidad de Investigación Aplicada y el Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica (CITT), donde además los alumnos pueden realizar su práctica y así acceder a una titulación oportuna cumpliendo con los requisitos que esta conlleva, más aún hoy en día donde las oportunidades para realizar la práctica han disminuido considerablemente.
Por otra parte, en modo pandemia y cuarentena, de igual forma podemos llevar a cabo los proyectos. Mediante reuniones virtuales de trabajo por Zoom, Teams o Blackboard Collaborate, planificamos el trabajo y distribuimos tareas y responsabilidades. Los alumnos de ingeniería se encargan del diseño de circuitos eléctricos y electrónicos, los de informática de la programación de equipos, los de diseño industrial del modelaje e impresión de prototipos en 3D, los profesores de coordinar y guiar el trabajo. Todas estas tareas requieren el uso de aplicaciones y software de diseño y simulación, algunas de las herramientas y habilidades que los profesionales del siglo XXI deben dominar y usar.
Y por último, como reflexión final, el trabajar en estos proyectos interdisciplinarios con enfoque social, tiene un impacto grande y significativo en quienes participamos de ellos, el poner a disposición nuestros conocimientos y habilidades de quienes más lo necesitan, es sin duda muy gratificante y motivante. Los alumnos sienten que lo que están aprendiendo o aprendieron, dentro de su carrera, tiene aplicación real y concreta.
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