Debemos acostumbrarnos a informarnos continuamente sobre los asombrosos descubrimientos y nuevos avances en ciencia y tecnología aplicada. El 30 de noviembre del año pasado, la compañía de investigación OpenAI, anunció al mundo un nuevo producto denominado ChatGPT. En síntesis, es una inteligencia artificial que escribe para cualquier interesado, respondiendo las más diversas preguntas y las redacta como si fuera un ser humano. Se creó basándose en un método conocido como Reinforcement Learning from Human Feedback (RLHF), que en español significa aprender por refuerzo luego de ocurrida la retroalimentación humana. Por último, su base de datos consultada por IA es lo publicado en internet hasta el 2021.
Desde que surgió son cientos de miles las personas que han ingresado a la web https://openai.com/blog/chatgpt realizando todo tipo de consultas. Es un software que está continuamente aprendiendo de todo el contenido de internet y de las interacciones humanas al utilizarlo. Al realizar una consulta no te sugiere varios links como lo hacen los buscadores como Google u otros, sino que te da la respuesta y con ejemplos de precisión, aunque sin indicar sus fuentes (pero podría dártelas si lo solicitas expresamente), pero si conoces del tema podrás percibir que no entrega usualmente respuestas erróneas.
Su capacidad es tan amplia como el sugerir poemas, ensayos o contratos jurídicos, ser guía turístico, correos ya redactados etcétera, atendiendo a la precisión de la consulta y de cuánta información solicitada contenga la pregunta realizada. Se puede pedir cantidad de palabras y párrafos para la respuesta requerida. También puede ser un excelente traductor de textos o de corrección gramatical. Es decir, el apoyo es enorme y lo logra en pocos segundos o minutos. En síntesis, no son pocos los profesionales directamente desafiados en sus competencias y saber, y probablemente serán reemplazados con rapidez de no haber reacción de estos ante la evidente amenaza, buscando la manera inteligente de convertir en un aliado valioso al ChatGPT.
Aún está en desarrollo las potencialidades de este nuevo software de inteligencia artificial. Sin embargo, este avanza a gran velocidad, tanto que ya expertos de Microsoft examinan su posible utilización para programar robots asistentes. Es decir, se trata de utilizar el ChatGPT para la robótica, aumentando ostensiblemente las capacidades humanas y el poderío de esta inteligencia artificial para su aplicación a situaciones cotidianas de las personas y empresas.
También el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, no se ha quedado atrás en materia de inteligencia artificial y ha creado Make-A-Video que a partir de un texto generará un vídeo original, tanto como ya se podía hacer antes con la creación de imágenes a partir de una palabra. Además, otro avance de Meta es que ya puede traducir 200 idiomas con inteligencia artificial aplicada (NLLB-200).
Del mismo modo Google ha reaccionado ante la evidente amenaza que hoy posee su buscador y su respuesta al ChatGPT ha sido Bard, basado en LaAmda (Languaje Model for Diologue Applications). Por otro lado, Microsoft ha tenido como respuesta a Bing chat.
No cabe duda que estas innovaciones están hoy en el debate amplio en todas las instituciones, sean educativas o no. Para las instituciones educativas es una fuente de aprendizaje enorme. Es como tener al interior de cada computador, tablet o celular a un sabio poseedor de la capacidad de leer y entender todo lo publicado en internet y entregarte un resumen corto o amplio como respuesta a la interrogante planteada. Es como tener un consultor dominador de todo el conocimiento humano o una enciclopedia a la mano con todas las respuestas posibles ante todas las preguntas imaginables. Su único límite, hasta hoy y probablemente lo acrecentará con nuevos y originales aportes IA, es el avance en conocimientos de lo descubierto por los seres humanos.
En materia de las formas clásicas de evaluación de aprendizajes, el Chat GPT las desafía. Todo trabajo escrito hoy estará sometido a la duda de su originalidad y de su autor. Esto implica repensar las maneras de cómo saber si un estudiante ha logrado los aprendizajes requeridos para aprobar. En todas las carreras el desafío es mayúsculo, no importando sea humanista, biológica, física o matemática, arte o arquitectura.
En la preparación de las clases para los docentes, esta es una herramienta muy valiosa, porque la posibilidad de enriquecerla no tiene límites. En cosa de minutos IA puede entregar todo el contenido actualizado para cada una de las exposiciones en aula del docente. Su uso excesivo puede crear una dependencia significativa y la pérdida de ciertas habilidades conquistadas fruto del esfuerzo personal en la búsqueda de la información.
Su utilización exige un urgente fortalecimiento de la ética y de los valores humanos. Todo instrumento tecnológico es neutro valóricamente, pero su mal uso puede traer consecuencias insospechadas. Por ejemplo, en una prueba escrita, pareciera que los estudiantes no podrán tener a la mano una conexión a internet, como tampoco el solicitar trabajos que impliquen redacción y que, si se solicita, este pueda ser evaluado oralmente o con preguntas escritas de manera presencial para verificar el logro exitoso de los aprendizajes.
Para las instituciones, sus estrategias y quehacer, es una fuente inagotable de información y sugerencias. El dominio del ChatGPT y de todos los competidores que surjan, parece ser una necesidad inmediata de estudio, dominio y debate ya que, de no hacerlo, significaría caer pronto en una obsolescencia personal e institucional rápida e irreversible.
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