Por definición, el uso de tecnologías se ha transformado en un eje fundamental de los procesos formativos de los profesionales, lo que implica una mirada en donde estas son más que una moda, sino que un recurso formativo de relevancia al interior de nuestras aulas.
Como carreras de Recursos Naturales enseñamos la que es, quizás, la más antigua de las técnicas: la agricultura. Con más de 10 mil años de desarrollo, heredamos el conocimiento que se traspasa de generación en generación, regando con grandes cantidades de agua en surcos o utilizando modernos y eficientes sistemas de riego presurizados de goteo controlados por sensores conectados a internet. Esta optimización tecnológica es respuesta a la mayor demanda y menor oferta del recurso hídrico, demostrando que el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías es una de las soluciones que permiten aumentar la producción de alimentos, en contra de las predicciones maltusianas. Para enseñar estas técnicas de riego, es necesario contar con un sistema real de irrigación donde los alumnos puedan observar, operar y evaluar su funcionamiento. Este es el fin que tienen los Centros Tecnológicos Agrícolas de Duoc UC, donde el alumno puede labrar la tierra, sembrar, instalar los goteros y acompañar -desde el hacer- el desarrollo de la producción agrícola.
Pero como en todas las técnicas y tecnologías, estas se desarrollan y surge la necesidad de mantenerse actualizado. La primera revolución agrícola fue la invención de la agricultura; la segunda revolución agrícola fue su mecanización de la mano de la revolución industrial, y quizás estamos viviendo la tercera revolución agrícola con la irrupción de la era digital. Acompañando esta evolución, nuestros alumnos aprenden con nuevas herramientas que eran impensadas hace 10 o 20 años. Con información meteorológica disponible en línea en tiempo real y de forma gratuita pueden determinar el riesgo de algunas plagas y enfermedades, determinar la necesidad de riego de una especie en una localidad determinada o prevenir el riesgo de daños por heladas o lluvias. En los centros tecnológicos también contamos con tecnologías que hoy son de pago, tales como sensores de humedad de suelo que transmiten sus mediciones a la nube y son posibles de visualizar en cualquier dispositivo móvil. Incluso se puede operar el sistema de riego desde la palma de la mano, programar su funcionamiento automático y verificar su operación. De esta forma, se transforma a nuestro titulado en un profesional de terreno con herramientas digitales que hacen más eficiente su trabajo.
Pero las nuevas tecnologías agrícolas no solo tienen un fin productivo, también las hay con fines docentes. Ejemplo de ello son laboratorios virtuales de fertilización, riego, suelos o maquinaria agrícola. Como ejemplo, el alumno ingresa a un espacio virtual donde encuentra una bodega donde debe seleccionar, pesar y mezclar distintos fertilizantes empleando determinados materiales (balanza, baldes, probetas, etc.), aplicando un orden determinado, para luego inyectar su mezcla al sistema de riego. Esta plataforma le permite la experiencia de ensayo y error para su aprendizaje activo. Nuestros docentes ya han realizado experiencias piloto con alumnos empleando plataformas de pago, lo que fue una alternativa necesaria en tiempos de pandemia sin clases presenciales.
También existen otras herramientas tecnológicas que nos permiten simular experiencias. Así por ejemplo hay en el mercado simuladores de cabina de tractor, que tal como un simulador de vuelo para aprender a pilotar un avión comercial de gran envergadura, permite familiarizarse con la conducción de tractores agrícolas experimentando su movimiento, sonido y resistencia al utilizar distintos tipos de implementos como arados o pulverizadoras. El simulador también permite maniobrar estos implementos, lo que entrena al operador con seguridad para el adecuado uso de la maquinaria en el mundo real.
Estas tecnologías didácticas también se ocupan en otras carreras de nuestras carreras. Por ejemplo, Técnicos Veterinarios y Pecuarios ensayan procedimientos quirúrgicos o resucitación cardiopulmonar con fantomas (o maniquíes) de perros, tal como lo hacen las carreras de Salud (humana). En el área de Geología se emplean simuladores online para operar instrumentos de levantamiento topográfico; se adquirieron cámaras 360° para grabar salidas virtuales a sitios de interés y se fotografiaron rocas con alta resolución para observar su estructura. En línea con la virtualización de experiencias, incluso una gran empresa productora y procesadora de aves y cerdos diseñó y puso a disposición visitas online a sus plantas, donde participaron nuestros alumnos de Técnico Veterinario y Pecuario y Técnico en Calidad de Alimentos.
Se mencionó evolución y revolución agrícola. La evolución solo se da cuando existe adaptación a las condiciones cambiantes del ambiente. Esto es lo que se nos ha exigido con la pandemia, adaptación de nuestras clases a un formato virtual, donde afortunadamente existen tecnologías que nos permiten generar experiencias auténticas de aprendizaje a nuestros estudiantes. Cada nuevo escenario supone una nueva restricción, pero también es un nuevo desafío para innovar. Agradezcamos las herramientas tecnológicas de las que disponemos hoy, porque esta pandemia hubiera sido muy diferente de enfrentar en las décadas 80’ o 90’; y dejémonos sorprender con las nuevas herramientas que dispondremos para formar a nuestros técnicos y profesionales en los próximos decenios.
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