Se ha iniciado en Chile un segundo proceso constitucional en la búsqueda de una nueva Constitución Política que represente y una a los chilenos y chilenas para las siguientes décadas. En la primera parte del proceso, un grupo de expertos académicos y constitucionalistas, redactaron un texto acordado por todos los integrantes de la Comisión Experta y que presentaron a los 51 Consejeros Constitucionales elegidos por la ciudadanía el 7 de mayo, para que lo analicen y sea un insumo esencial para la discusión que tendrán en los siguientes meses.
Por mandato constitucional se creó la Secretaría Ejecutiva de Participación Ciudadana, siendo la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica las encargadas de implementar los cuatro instrumentos: Iniciativa Popular de Norma, Audiencias, Diálogos y Consulta Ciudadana, distintas posibilidades para que la ciudadanía pueda influir en la redacción de la nueva propuesta constitucional.
Vertebral se ha sumado a esta instancia y ha logrado unificar a muchos IP y CFT para iniciar los diálogos al interior de sus comunidades y de esta manera fomentar la participación en esta instancia jurídica y social tan importante para el país. Esta conversación será sobre un texto que ya es público y oficial y que corresponde a la propuesta de los expertos:
Duoc UC como integrante de Vertebral se ha sumado a esta invitación y también está fomentando al interior la participación de toda la comunidad. Los diálogos se realizarán en todas las sedes, Liceo y Casa Central entre el miércoles 14 de junio y el martes 20 de junio.
Estas instancias constituyen momentos especiales para la sana y racional deliberación e interacción entre administrativos, docentes y estudiantes. Se busca que la comunidad entregue sus opiniones, sus deseos de cómo se imagina y quiere el Chile del futuro. Que se exprese la diversidad y las opiniones en común que poseen, como también las diferencias legítimas en temas opinables.
Al permitirse que la ciudadanía participe en el proceso de redacción de una constitución, se asegura que las voces y opiniones de los ciudadanos sean escuchadas y tomadas en cuenta. Esto contribuye a aumentar la legitimidad y representatividad del documento final, ya que tendrá a la vista muchas opiniones ciudadanas recogidas en su articulado. De tal manera que a fines de año cuando asista a las urnas, podrá validar o no el resultado de un proceso ampliamente informado.
Al involucrarse en la toma de decisiones y contribuir con sus ideas y perspectivas, los ciudadanos se sienten parte activa del proceso y tienen un mayor sentido de responsabilidad cívica al sentirse parte de este. Y este efecto sin duda es bueno para el país.
Al fomentarse el diálogo, el debate y la búsqueda de consensos entre diferentes actores y grupos de la sociedad, estas conductas pueden ayudar a superar divisiones y conflictos, promoviéndose la construcción de acuerdos y soluciones que reflejen los intereses y necesidades de la sociedad en su conjunto.
Por último, al involucrarse activamente en la toma de decisiones fundamentales para el futuro del país, se promueve una mayor conciencia cívica y un sentido de corresponsabilidad en el cuidado y desarrollo del país a largo plazo.
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