Para comprender bien el modelo educativo de Duoc UC conviene recordar que cada estudiante que llega a nuestra Institución es antes que nada es una persona que deposita su confianza en nosotros para la construcción de su proyecto de vida. Este con sus definiciones y orientaciones, fija la hoja de ruta para que todo nuestro quehacer se oriente al cumplimiento cabal de esa enorme responsabilidad que asumimos al ser depositarios de esa confianza, no solo de parte de nuestros estudiantes, sino que también de sus familias y seres más cercanos[1].
Los distintos aspectos del Modelo Educativo tienen como origen común la visión cristiana de la dignidad del ser humano que le hace ser persona única e irrepetible. De aquello se desprende entonces que el punto central del proyecto educativo de Duoc UC es poner a la persona del estudiante en el centro de todo nuestro quehacer. La realización de ello es sin duda apasionante y exige de un esfuerzo mayor de nuestra parte.
Es un desafío que involucra a todos los que trabajamos en la institución, por lo que un primer y gran paso consiste en la instalación de una cultura, de un modo de ver nuestra diaria tarea, que haga carne esta centralidad del estudiante en lo que a cada uno nos toca realizar: no hay función que pueda quedar excluida de esta visión.
Otro de los grandes desafíos es la implementación del Modelo Educativo en la sala de clases, lo que convierte a nuestros docentes en los grandes protagonistas de esta tarea. Para ello, estos deben tener conciencia de que su rol es acompañar al estudiante en su trayectoria estudiantil, mostrando una actitud acogedora, ofreciendo su amistad dentro del debido respeto que ha de existir entre docente y estudiante, procurando estar cerca de sus estudiantes con simpatía y empatía, conociéndoles a cada uno por su nombre y con más profundidad, cultivando la virtud de la paciencia y sabiendo que muchas veces el aprendizaje se potencia con una actitud positiva frente a los estudiantes.
Además, nuestros docentes deben conocer y procurar vivir los valores de Duoc UC para que con su ejemplo despierten entre nuestros estudiantes aquellas actitudes que le aportan al desarrollo de sus capacidades (capabilities).
Ya decía Gabriela Mistral que la enseñanza es una de las más grandes poesías: “Cuando yo he hecho una clase hermosa, me quedo más feliz que Miguel Ángel después del Moisés. Verdad es que mi clase se desvaneció como un celaje, pero es sólo en apariencia. Mi clase quedó como una saeta de oro atravesada en el alma siquiera de una alumna. En la vida de ella, mi clase se volverá a oír, yo lo sé. Ni el mármol es más duradero que este soplo de aliento si es puro e intenso”[2].
Necesitamos entonces, para hacer realidad nuestro Modelo Educativo, que nuestros docentes sean cercanos, capaces de inspirar, motivar y desafiar intensamente las expectativas de crecimiento humano de nuestros estudiantes; que reconozcan en cada uno de ellos personas distintas, con modos heterogéneos de aprender y de demostrar lo aprendido.
La Escuela de Administración y Negocios, se encuentra desarrollando un ambicioso plan de creación, actualización y cierre de programas de estudios (CAPE 2023), en sus sietes áreas de formación disciplinar, con el desafío de ajustarse adecuadamente a los lineamientos del Modelo Educativo actualizado este año. Este proceso se inició con la elaboración de estudios de prospección, que en lo esencial verifican la consistencia entre el perfil de egreso declarado en nuestros planes de estudio y los requerimientos de la industria hacia nuestros egresados. A partir de allí, se inicia la revisión de las competencias del perfil de egreso para luego continuar con los ajustes curriculares necesarios, especificando en cada asignatura los resultados de aprendizaje esperados y complementando las competencias del perfil de egreso con la formación transversal e integral para el desarrollo significativo de capacidades (capabilities) en cada uno de nuestros estudiantes.
Entre los mayores desafíos, que vemos por delante en este proceso, está la necesaria actualización disciplinar de nuestros docentes para los nuevos contenidos de los planes de estudio; la importancia de que cuenten con oportunidades de experiencia aplicada actualizada y relevante en la industria; y el potenciamiento de sus habilidades y competencias, para que con todo ello puedan cumplir con el rol de protagonistas en la implementación del Modelo Educativo.
Un desafío también muy relevante para nuestros docentes dice relación con el proceso de evaluación, el cual no solo está al servicio del docente que necesita un indicador objetivo –la nota- para la promoción o no del estudiante, sino que también al servicio del estudiante, de modo que cada evaluación debe estar pensada desde la óptica de las necesidades de este. Ello se logra en la medida que el profesor, reconociendo la heterogeneidad de sus estudiantes, es capaz de ofrecer distintas formas de evaluación para que el estudiante pueda demostrar que ha alcanzado los resultados de aprendizaje definidos para la asignatura.
Todo ello complementado con una actitud flexible de parte del docente para saber adaptar el ritmo del proceso de enseñanza y aprendizaje a las características de sus estudiantes en cada semestre. Al respecto, comparto una anécdota personal que me marcó: un día la Directora de Docencia de Pregrado de la institución en que yo impartía docencia me preguntó cómo iba con mi curso; le respondí que estaba preocupado porque íbamos atrasados respecto de la programación; entonces ella me hizo saber que lo importante es ir al ritmo que los estudiantes requieren y si para ello es necesario volver una y otra vez sobre los mismos contenidos está muy bien. Me quedó entonces muy claro que lo importante es estar al servicio de nuestros estudiantes y no de nuestra propia planificación del curso.
Un tercer desafió tiene que ver con que la centralidad del estudiante exige que el proceso de enseñanza y aprendizaje se adapte no solo a la heterogeneidad de nuestros estudiantes, sino que también a las peculiaridades geográficas en que cursan sus estudios, a la vez que buscamos la estandarización de la formación que entregamos en cada sede. La adecuada compatibilización de ambos aspectos nos presenta un reto importante.
Como se puede apreciar el modelo educativo de Duoc UC nos presenta desafíos enormemente atractivos, que entusiasman, y para los cuales se necesita el aporte de todos los que trabajamos en la institución.
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