24 de Noviembre, 2025

Entre la chispa y el código: La moda de creer que todo puede ser inteligencia artificial

Claudio Duce Julio

Claudio Duce Julio

Director General de Admisión, Comunicación, Extensión y Duoc UC online.

3 minutos de lectura

Vivimos una época deslumbrada por las máquinas. Todo parece girar en torno a la inteligencia artificial: arte hecho por IA, música generada por IA, textos escritos por IA, campañas completas hechas con IA. Es la moda del siglo: la fascinación por creer que todo puede —y quizás debe— ser artificial. Nos prometen un futuro donde los algoritmos pensarán por nosotros, donde la creatividad será automatizada y la razón, digitalizada. Pero detrás de ese brillo hay una confusión peligrosa: hemos empezado a olvidar qué significa ser verdaderamente inteligentes.

Confundimos la rapidez con la sabiduría, la información con la comprensión, el cálculo con la conciencia. Las máquinas procesan datos a una velocidad inimaginable, pero no comprenden lo que esos datos significan. Pueden generar respuestas, pero no preguntas; pueden imitar el arte, pero no sentirlo. Su inteligencia es derivada, no originaria.

La inteligencia humana, en cambio, es imperfecta, contradictoria y profundamente creativa. No solo razona: siente, duda, imagina y ama. Es capaz de transformar la experiencia en sabiduría, el error en aprendizaje y el dolor en belleza. Ningún algoritmo puede experimentar la emoción de una pérdida, la inspiración de un amanecer o la culpa tras una decisión moral. Y precisamente allí, en esa fragilidad luminosa, radica nuestra verdadera superioridad.

La inteligencia artificial es un logro técnico monumental, pero no es pensamiento: es un espejo. Refleja lo que le damos, amplifica lo que alimentamos. Si le ofrecemos conocimiento, lo organiza; si le entregamos sensibilidad, la reproduce. Pero nunca la vive. En cambio, la mente humana respira historia, contexto, intuición y propósito. Puede crear sentido donde no lo hay, puede imaginar lo imposible.

Estamos viviendo una idolatría tecnológica, una fe ciega en la idea de que lo humano es obsoleto y que lo digital es perfecto. Pero la perfección no es sinónimo de grandeza. Las obras que han cambiado la historia nacieron del error, de la duda, del asombro y de la pasión. La inteligencia humana no busca solo acertar: busca trascender.

Por eso, más que competir con la IA, debemos reivindicar la inteligencia humana: esa mezcla de razón, emoción y ética que ninguna máquina puede replicar. La IA puede ayudarnos mucho, pero nunca reemplazarnos. Porque cuando una máquina escriba sin haber vivido, pinte sin haber sentido o decida sin haber amado, su obra será apenas una sombra: precisa, sí, pero vacía.

La verdadera inteligencia no está en los algoritmos. Está en la mirada que se asombra, en la mente que cuestiona y en el corazón que sueña.

Y mientras exista un ser humano capaz de pensar con pasión y sentir con razón, ninguna inteligencia artificial podrá reemplazar la chispa que nos hace humanos.

Deja tu comentario

Nombre y Apellido *

Guardar mi nombre y email en este navegador para la próxima vez que desee comentar.

0 comentarios

Otros artículos de interés

NAVEGAR OPINIÓN

24 de Noviembre, 2025

Discurso a 10 años de la fundación del Campus Arauco de Duoc UC

Buenas tardes a todas y todos. Me gustaría iniciar estas palabras saludando a las autoridades que nos acompañan hoy: Saludo también a: Un aniversario no se mide solo por fechas, sino por la huella que deja en las personas y en su territorio. A diez años del inicio de este proyecto, el Campus Arauco confirma […]

24 de Noviembre, 2025

Aprendizaje con fe: vocación de servicio al corazón del peregrino

El pasado 25 de octubre se realizó la 35° Peregrinación Jubilar de Jóvenes al Santuario de Teresa de los Andes, bajo el lema: “Con Teresita, Peregrinos de la Esperanza”. Jóvenes de todo Chile se motivaron a peregrinar con una intención, una oración y una profunda fe, caminando al encuentro con Dios y con nuestra primera […]

17 de Noviembre, 2025

Discurso del Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Juan Carlos de la Llera Martin, con motivo de los 57 años de Duoc UC

Muy buenos días. Quisiera comenzar saludando con especial afecto a toda la comunidad de Duoc UC, a su rector, señor Carlos Díaz, a las autoridades académicas y administrativas que nos acompañan, a los docentes, estudiantes y colaboradores que hoy celebran con legítimo orgullo este nuevo aniversario[1]. Acompañamos con mucha alegría a esta institución en sus 57 años de […]