En un mundo donde las decisiones políticas de una potencia pueden alterar el precio del pan en la esquina, el comercio exterior ya no es una opción estratégica: es una necesidad vital. Hoy más que nunca entender cómo se mueve el comercio internacional, cómo se negocian los tratados de libre comercio y los acuerdos internacionales, y cómo se aplican los aranceles es clave para cualquier país que aspire a crecer, innovar y mantenerse competitivo, y Chile no es la excepción a la regla.
La globalización no ha desaparecido, como muchos han postulado en el tiempo. Se ha transformado y comprender esto es clave. Las tensiones geopolíticas, los conflictos armados, las guerras comerciales y las nuevas políticas proteccionistas han generado un entorno volátil, donde las reglas del juego cambian constantemente y debemos, sin duda, pulir a nuestros alumnos en este contexto.
En este aspecto, los países que logran adaptarse con rapidez y visión estratégica son los que lideran el tablero económico, es por ello que, en términos de aranceles, el termómetro de la política internacional ya no son simples impuestos a la importación; si es que eso pensabas, te invito a analizarlo bajo otro prisma. Te propongo, que los veas como la nueva herramienta de presión, defensa y negociación que muchos países aplican. Basta con observar cómo Estados Unidos, China, la Unión Europea y otras potencias ajustan sus políticas arancelarias como respuesta a conflictos diplomáticos, crisis sanitarias o cambios tecnológicos. Estos ajustes impactan directamente en las cadenas de suministro, asignatura que hoy en día imparto en Duoc UC y que debe iniciarse clase a clase con una impresionante actualización de las noticias internacionales.
Para Chile, un país abierto al mundo y altamente dependiente de sus exportaciones, mantenerse informado y activo frente a estos cambios es crucial. No basta con tener TLC: hay que entenderlos, actualizarlos y aprovecharlos con inteligencia.
Respecto a nuestro rol docente, debemos formar ciudadanos globales en un mundo sin fronteras, esto, se vuelve más relevante que nunca. No se trata solo de enseñar teoría, sino de formar profesionales capaces de leer el mundo, anticipar tendencias y tomar decisiones informadas. El aula debe ser un espacio de análisis crítico, donde se conecten los titulares de prensa con los conceptos técnicos, y donde se fomente la curiosidad por entender cómo funciona el mundo más allá de nuestras fronteras.
Debemos entender que los docentes somos puentes entre nuestra institución y la realidad laboral. En comercio exterior, esa realidad cambia todos los días, así es como hoy nos enfrentamos a un mundo aún más dinámico; por eso, debemos actualizar nuestros contenidos, incorporar casos reales, invitar a expertos y, sobre todo, motivar a nuestros estudiantes a pensar globalmente.
Para quienes deseen profundizar en estos temas, quiero invitarlos a revisar el libro “Manual de Comex”, ya disponible en Buscalibre y en la biblioteca de la sede San Carlos de Apoquindo de Duoc UC.

Este manual fue creado con el objetivo de entregar herramientas prácticas, actualizadas y contextualizadas para entender el comercio exterior desde una mirada latinoamericana, con ejemplos concretos y lenguaje accesible, pero, sobre todo, conectado con la experiencia personal, que permite darle una mirada más humanizada.
Más que un texto académico, es una guía para navegar en este mundo complejo y fascinante. Ideal para estudiantes, docentes, emprendedores y cualquier persona interesada en comprender cómo se mueve el comercio internacional y cómo podemos aprovecharlo para crecer como país y como individuos.
¡Que viva el Comex, viva Chile!
0