En nuestros encuentros del Diálogo “De lo Humano a lo Divino”, nos reunimos con especialistas en salud mental y representantes de la fe para abordar temas fundamentales de la vida humana. Psicólogos, psiquiatras, médicos e integrantes de nuestra Iglesia Católica se unen en un espacio abierto, inclusivo y fraterno, para ofrecer perspectivas valiosas sobre las emociones, el dolor, el perdón, la familia, el sentido de la vida y muchas otras temáticas que suelen generar inquietudes profundas en el corazón de las personas.
Este espacio nace desde la necesidad de acompañar integralmente a los jóvenes y a todos quienes forman parte de nuestra comunidad educativa. Entendemos que el crecimiento personal y espiritual no es un camino que se recorra solo desde el conocimiento académico o la fe de manera aislada, sino que es en la integración de ambas dimensiones donde se logra una mayor comprensión del ser humano. En este diálogo entre lo humano y lo divino, se abren caminos de encuentro, sanación y esperanza que transforman vidas.
Durante cada uno de nuestros encuentros, los especialistas abordan ciertas temáticas que son relevantes y actuales. A partir de estas exposiciones, los estudiantes, docentes, colaboradores y asistentes externos tienen la oportunidad de expresar sus dudas y preocupaciones de manera abierta, honesta y sin juicios. Este ambiente de confianza es clave para que se pueda generar un diálogo real, donde cada pregunta es acogida con respeto, y cada inquietud es vista como una oportunidad de crecimiento y reflexión.

Estas exposiciones permiten a estudiantes, docentes, colaboradores y asistentes externos compartir sus dudas y preocupaciones de manera libre y respetuosa.
Los expertos que nos acompañan en cada jornada no solo comparten sus conocimientos teóricos y profesionales, sino también sus experiencias personales y testimonios de vida. Esta combinación de saberes académicos y vivencias concretas permite una comprensión más humana y cercana de los temas tratados. Responden con empatía, con sabiduría y, sobre todo, con una profunda vocación de servicio, brindando herramientas prácticas y perspectivas esperanzadoras que permiten a los asistentes reflexionar y afrontar sus propias vivencias con una nueva mirada.
En el segundo encuentro, realizado el pasado 25 de junio, tuvimos el honor de contar con la presencia del Padre Basil Darker, quien, además de ser sacerdote, es médico y psicólogo. Su triple vocación le permite tener una mirada muy completa sobre la realidad del ser humano, integrando el cuerpo, la mente y el espíritu. Durante su intervención, nos compartió sus conocimientos sobre cómo afrontar el dolor desde una perspectiva esperanzadora, demostrando que incluso en medio del sufrimiento es posible encontrar sentido, crecimiento y paz interior.

El Padre Basil Darker compartió cómo afrontar el dolor integrando el cuerpo, mente y espíritu con esperanza.
También nos acompañó en esta jornada Daniela Baeza, psicóloga de la sede Plaza Vespucio de Duoc UC, quien nos emocionó profundamente al compartir su testimonio de vida. Daniela perdió la vista, una experiencia que cambió radicalmente su forma de vivir, pero que también le permitió descubrir una fuerza interior que desconocía. Su relato fue una verdadera lección de resiliencia, mostrando cómo, a pesar de las dificultades, es posible salir adelante y construir una vida plena. Su experiencia conmovió a todos los presentes y nos recordó que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz que puede guiarnos.

Daniela Baeza compartió su inspirador testimonio de resiliencia, mostrando cómo superar dificultades y encontrar fuerza interior.
Del mismo modo, Daniangel Carrillo, psicóloga, madre y esposa, compartió con nosotros no solo su mirada profesional, sino también su propia historia de vida marcada por situaciones de profundo dolor. Nos habló desde el corazón, demostrando que la esperanza no es una idea abstracta, sino una fuerza real que puede sostenernos cuando todo parece perdido. Su testimonio fue un llamado a no rendirse, a confiar en el proceso y a descubrir que incluso en medio de las tormentas más difíciles, Dios camina con nosotros.
Además de los ponentes, en estos encuentros también han participado directivos de la sede, representantes de la Dirección de Pastoral, especialistas de Casa Central, vecinos del sector y personas externas a nuestra comunidad educativa. Esto demuestra que este espacio de diálogo no es exclusivo para una audiencia determinada, sino que es una invitación abierta a todos quienes deseen nutrirse de experiencias de vida, conocimientos y, sobre todo, de esperanza. Queremos que este espacio trascienda los límites institucionales, convirtiéndose en un lugar de encuentro real y significativo para toda la comunidad.

Este espacio abierto permite que ponentes y asistentes de la comunidad y sector externo compartan experiencias, conocimientos y esperanza.
Uno de los momentos más valorados por los asistentes es el espacio final, donde compartimos un café de manera fraterna. Este gesto sencillo, pero cargado de simbolismo, permite prolongar el diálogo, conocernos mejor, intercambiar experiencias y fortalecer los lazos entre los participantes. En estos momentos informales es donde muchas veces se dan conversaciones profundas, se gestan amistades y se siembran semillas de esperanza que luego florecen en el día a día de cada uno.
Este espacio de diálogo permite a todos, pero especialmente a los jóvenes, sentirse escuchados, comprendidos y valorados. En un mundo donde muchas veces se minimizan o desprecian las emociones, donde los jóvenes pueden sentirse solos o incomprendidos, contar con un lugar donde pueden hablar sin temor, ser acogidos y encontrar respuestas desde la fe y la psicología, es algo de enorme valor. En este ambiente de cercanía y apertura, se pueden abordar temas que comúnmente no se conversan en redes sociales, en los medios o incluso en el propio entorno familiar, como el duelo, la ansiedad, la pérdida, el miedo, el sentido de vida, entre otros.
Asimismo, la riqueza de estos encuentros radica en la combinación de saberes entre los profesionales de la salud mental y los representantes de la Iglesia. Esta unión ofrece una visión integral y profunda de los temas abordados. La psicología aporta herramientas para comprender nuestras emociones y conductas, mientras que la fe entrega sentido, esperanza y consuelo. Los jóvenes pueden descubrir que el perdón es una herramienta poderosa de sanación, que el dolor puede transformarse en una oportunidad para crecer, y que la familia y la comunidad son pilares fundamentales en momentos de dificultad.
En resumen, el encuentro “De lo Humano a lo Divino” es mucho más que una charla o una actividad académica: es un espacio de encuentro real, profundo y sanador. Es un lugar donde se integran la fe, la ciencia, la experiencia y el testimonio para ofrecer a todos los participantes un mensaje de esperanza. Hemos visto cómo, en este ambiente de confianza y respeto, muchas personas se animan a compartir sus inquietudes, abren su corazón y se van con nuevas herramientas para enfrentar la vida. Porque cuando nos atrevemos a dialogar desde el corazón, cuando unimos lo humano con lo divino, es posible encontrar respuestas que transforman, acompañan y sanan.

Encuentro “De lo Humano a lo Divino”: participantes unidos en diálogo, fe y ciencia, compartiendo experiencias, esperanza y aprendizaje transformador.
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