Propuesta de modelo de empleabilidad

Propuesta de modelo de empleabilidad

Existen al menos tres miradas respecto al significado de empleabilidad. Algunos la utilizan como un indicador de velocidad de contratación de egresados; otros como medida de intensidad de la demanda desde el mercado por trabajadores y, una tercera acepción se define como el potencial personal de generar resultados positivos con nuestro trabajo o como una medida anticipatoria de qué tan competentes y productivos somos y seremos en el trabajo.

Realizada la aproximación conceptual anterior, nos preguntamos entonces qué modelo de empleabilidad podemos proponer. Nos inclinamos por un modelo de empleabilidad que facilite a las personas el entender su propia empleabilidad, descubrirla, analizarla y conocerla, y poder por tanto conducirla, desarrollarla y comunicarla de manera de encontrar el lugar en el que utilizándola pueda realizar todo su potencial, contribuir al avance profesional personal y al desarrollo del país.

Este modelo muestra a la empleabilidad como la suma de atributos personales, competencias profesionales (blandas), competencias técnicas (duras) y experiencias laborales.

Los atributos personales son características íntimas esenciales de la persona que la hacen ser quien es desde el centro de su ser y que han sido adquiridas a través de la herencia y la socialización. Algunos ejemplos son afectividad, compasión, curiosidad, expresividad, honestidad, imaginación, integridad, inventiva, originalidad, sociabilidad. También impaciencia, melancolía, tozudez, hostilidad.

Están aquí también contenidas algunas realidades personales como inteligencia, principios, valores, virtudes, hábitos, actitudes, inclinaciones, creencias, convicciones, paradigmas, condicionamientos, etc.

Los atributos personales se obtienen, desarrollan y consolidan a través de dos expedientes principales: la herencia en lo que se conoce como el temperamento y que nos viene dado de nuestros ancestros; y la socialización e interacción con el entorno mediante la creación de carácter, proceso en el que se ven también implicadas la conciencia y voluntad humanas. Esto último es de vital importancia porque es el fundamento del perfeccionamiento personal mediante el auto liderazgo.

Las competencias profesionales son aquellos atributos personales que se desarrollan en mayor medida a lo largo de la vida y que cristalizan en capacidades útiles para el trabajo, tales como adaptabilidad, ética, iniciativa, comunicación, liderazgo, trabajo en equipo, pensamiento estratégico, orientación al logro, solución de problemas.

Estas competencias pueden clasificarse en grupos o categorías, tales como, conductuales (tienen que ver con cómo se conduce uno a sí mismo), relacionales (cómo se conduce uno en relación a otros) y analíticas (cómo se conduce uno en relación a la materia y al uso de la información).

A modo de ejemplo, para entender la relación entre atributos personales y competencias profesionales, puede observarse que una persona que en su temprana edad y adolescencia demuestre poseer los atributos personales de asertividad, capacidad de escucha, expresividad, sentido del humor y sociabilidad, avanzando hacia la madurez y recibiendo una formación nutritiva, podría desarrollar una notable habilidad comunicacional. U otra que se muestre siempre amable, comprometida, confiable, humilde y con una saludable autoestima, podría en la edad adulta evidenciar una sólida competencia de trabajo en equipo.

En este sentido, ciertos atributos personales son predictores de ciertas competencias profesionales pero no determinantes de las mismas. La verificación de unos en otros dependerá también de factores tanto internos (auto motivación y volitivos) como externos (formativos, motivacionales).

Las competencias técnicas son los conocimientos y prácticas adquiridos de la educación formal, principalmente educación básica y media, educación superior, capacitaciones y también de la autoformación.

 Por ejemplo, para el caso de una carrera en particular de la Escuela de Administración y Negocios, como podría ser la de Técnico en Comercio Exterior, algunas de las competencias técnicas son gestión operativa, intermediación, negociación, tramitación aduanera, distribución internacional y herramientas tecnológicas de apoyo a la gestión.

Las experiencias laborales son los conocimientos específicos de un negocio, mercado, industria y sus mejores prácticas. Incluye los logros laborales, que son los resultados destacados obtenidos en el trabajo por nuestro esfuerzo y que se constituyen en la evidencia última de nuestra empleabilidad.

Por último, es importante señalar que la empleabilidad es una cualidad, una capacidad integral y en potencia, que una persona evidencia y realiza en su trabajo, pero que se construye desde la infancia y hasta el último día laboral de la persona.

 

Juan Carlos Bacarreza

Director de la Escuela de Administración y Negocios Duoc UC

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