¿Por qué los estudiantes abandonan sus estudios? Causas de la deserción en la Educación Superior

¿Por qué los estudiantes abandonan sus estudios? Causas de la deserción en la Educación Superior

El desarrollo del sistema de educación superior en los últimos años ha permitido que un grupo de jóvenes que antes no tenía acceso a la educación terciaria, ahora lo tenga, pasando de una matrícula de 165.000 estudiantes en los años 80 a más de 1 millón de ellos en el año 2012, con una cobertura neta de 27,9% en el año 2007 a 36,3% en el año 2011 (MINEDUC, 2012).

Si bien es cierto esto es un logro respecto de la cobertura, éste ha levantado una dificultad asociada: la retención de los estudiantes en sus respectivos programas y la finalización, egreso y titulación de ellos, requisito fundamental para el crecimiento del país en esta materia.

La alta deserción de la Educación Superior se ha vuelto un tema relevante que muchas veces se relaciona con la percepción estudiantil y de la comunidad, de que existe una falta de capacidad de las instituciones, para resolver los problemas de sus estudiantes, dar oportunidades y entregar soluciones en el momento que se necesitan. Si bien las causas de la deserción son múltiples, efectivamente existe  una gran responsabilidad de parte del sistema universitario y de instituciones técnico profesionales al no analizar detenidamente este factor y tomar medidas concretas frente a él.

Según datos recientes en el país “más de un 30% de los estudiantes dejan los estudios, sin embargo con el tiempo sobre el 40% de ellos vuelve a las aulas para continuar su carrera o iniciar una nueva. Los factores que inciden en el abandono son generalmente de carácter vocacional o económico y el área que menos retiros presenta es salud” (Universia) esto significa que cerca de un tercio de quienes ingresan a la Educación superior no finaliza sus estudios. Algunas investigaciones como la de MINEDUC del año 2012 incluso elevan estas cifras al 50% de deserción de universidades y 60% de Institutos profesionales. Estas cifras presentan un problema social respecto de varios aspectos: pérdida de recursos del estado, costos asociados a cerca de 47 mil millones de pesos anuales según González y Uribe (2005) citados en el documento del MINEDUC 2012, pérdida de la inversión de las familias involucradas, pérdidas para la institución de educación superior que se materializa en problemas de gestión para la misma y la pérdida del mismo estudiante en cuanto a expectativas, tiempo y recursos.

El año 2008 el departamento de economía de la Universidad de Chile realizó un estudio en que el 70% de los encuestados coincidió en las principales causas de la deserción de primer año:

  • Problemas vocacionales
  • Situación económica de sus familias
  • Rendimiento académico

En este sentido las causas asociadas a problemas vocacionales tienen que ver con la falta de orientación al momento de tomar la decisión de estudio o bien no quedar en la carrera deseada, de estos últimos solamente un 10% se cambió de educación universitaria a educación técnico profesional, sin embargo la gran mayoría de los cambios son internos, es decir de carrera dentro de la misma institución. La mayor parte de la información la reciben de pares, amigos y compañeros, en cuyas opiniones basan sus decisiones.

Respecto de la orientación, si bien es cierto los estudiantes manifiestan la necesidad de conocer bien las carreras antes de tomar la decisión, en este mismo estudio los estudiantes señalan que es una necesidad real el contar con orientación y apoyo psicológico durante el período de estudio, no siendo este aspecto uno de los más explorados en ningún estudio de deserción.

La situación económica por otra parte, es una de las causales que va en retroceso, toda vez que los sistemas de financiamiento, especialmente para los quintiles más bajos, han ido mejorando con los años. Prueba de esto es que año a año ha ido aumentando la relación de las tasas de cobertura entre los quintiles V y I de un 8,6 en el año 1990 a un 4,6 en el año 2006 (Centro de Microdatos Departamento de Economía Universidad de Chile, 2008)

Por último el rendimiento académico muchas veces se asocia a falta de motivación, lo que nos lleva a causas vocacionales, debilidades académicas previas y faltas en la metodología del docente. Las brechas de la Educación media en este punto son relevantes, ya que determinan el rendimiento inicial de los alumnos. Las técnicas de estudio adquiridas, hábitos y formas de afrontar el estudio son determinantes en el rendimiento de la educación superior. Las diferencias entre los rendimientos en la PSU, por ejemplo, entre estudiantes provenientes de colegios municipalizados, particulares subvencionados y particulares pagados, dan cuenta de lo que más tarde será el rendimiento universitario o técnico profesional. En este sentido instituciones como Duoc UC han tenido que preparar asignaturas de formación, cursos remediales y talleres de estudio que buscan nivelar las competencias faltantes en los estudiantes provenientes en su mayoría, de los estratos socioeconómicos más bajos.

Sin duda las acciones para evitar la deserción seguirán su curso, ya que este es un desafío constante que tenemos todos quienes trabajamos en la Educación Superior.

 

Paola Espejo Aubá

Directora

Sede Viña del Mar

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