Me pregunto hoy por el sentido, de la eterna discusión, acerca de la relación de paternidad, dependencia y/o tutoría del Arte por sobre el Diseño.
El adjetivo “artístico”, que por mucho tiempo se presentaba como una garantía de “respetabilidad“ para el objeto “diseñado”, afectó muchas veces su proceso de definición cabal, dejándolo en un estado intermedio, anclado en un nivel más bien “simbólico”. Muchos íconos de la historia del Diseño no podrían resistir hoy un uso cotidiano ni cumplir una función compleja, y su valor radica principalmente en manifestar el “estado de las cosas” respecto de un momento histórico, tecnológico y/o sociocultural.