Los MOOC, un fenómeno del e-learning ¿sin límites?

Los MOOC, un fenómeno del e-learning ¿sin límites?

Las mejores predicciones que anticipaban la evolución del e-learning, principalmente para las universidades, no lograron detectar el creciente fenómeno de los MOOC que fue protagonista estelar durante el 2012 y 2013 en todo el mundo.

 Los MOOC, es su sigla en inglés Massive Online Open Courses, son definidos como cursos a distancia para  grandes volúmenes de estudiantes, solo limitados a la capacidad de las plataformas, de carácter global, participativo y abierto. En un principio gratuitos. 

 La gran experiencia que se destacó a nivel mundial y que puede indicarse como el origen de los MOOC, es el curso de inteligencia artificial dictado a finales de 2011 por los profesores de la Universidad de Stanford Sebastian Thrun y Peter Norvig, a través de la start-up Know Labs actualmente Udacity,  seguido por más de 160.000 estudiantes de todas partes del mundo. Desde ahí nace Coursera, la primera plataforma de educación virtual gratuita basada en la tecnología desarrollada en Stanford y apoyada por otras universidades como Yale, Penn y Michigan. Al poco tiempo el MIT y Harvard aportan a este fenómeno con MITx y posterior con edX.

Los cursos MOOC crecen en las instituciones de educación superior en todo el mundo, generando una fuerte discusión entre especialistas, académicos y referentes del ámbito de la educación virtual. ¿Más de los mismo para más público, innovación disruptiva, es para todo tipo de estudiantes, un nuevo modelo de marketing, una nueva moda? Variadas preguntas están presentes en el debate.

Pero los MOOC no se pueden confundir como sinónimo de e-learning, ya que la educación virtual va mucho más allá de lo que estos cursos son, quieren y pueden alcanzar. Además no son para todo tipo de estudiantes, aunque tienden a ser una buena opción para aquellos estudiantes automotivados. Sin embargo, no lo son tanto para aquellos que necesitan un impulso extra y acompañamiento para continuar con sus estudios y formación. Lo que es un valor y común para todos es que permiten a los estudiantes tomar contacto y conocer el contexto que van a estudiar.

Las instituciones que ofertan este tipo de cursos, experimentan la participación de grandes cantidades de alumnos de diferentes países y regiones, ubicados fuera del alcance territorial actual, logran un poderoso efecto de marketing al crear una notable masa de usuarios en su entorno formativo, y permitiendo la globalización de los aprendizajes. En efecto, los MOOC pueden convertirse en una excelente estrategia de posicionamiento de marca y difusión de un programa académico u obtener un mayor alcance y, al mismo tiempo, constituirse en una oportunidad de gran valor para las personas comprometidas con su formación, adquiriendo un acceso libre a contenidos, especialistas y académicos de nivel internacional.

Es claro que estamos frente al primer golpe masivo del aprendizaje no formal en su máxima expresión, y la consecuente opción de construir conocimiento a través de la experiencia colectiva, y contribuir a la democratización de la enseñanza, facilitándola para toda la vida y garantizando el desarrollo personal y profesional de las personas, de acuerdo al nuevo entorno social, la dinámica de la vida profesional y familiar, a partir de nuevos espacios de interacción. Esto, más allá de las discusiones vinculadas al otorgamiento de certificaciones, y al modelo de negocio que pueda hacer sustentable este tipo de proyectos y permita a las instituciones educativas responder; a la necesidad de financiamiento, foco de la discusión actual, y la definición de cómo las instituciones que adopten este modelo garantizarán la calidad, consistencia y sostenibilidad en la generación y mantenimiento de programas educativos.

Quedan dos pregunta,  ¿Esta tendencia integrará o se convertirá en un foco específico para las instituciones de educación superior técnico profesional?, ¿Las Universidades locales serán perjudicadas en el largo plazo frente a la potencia y recursos de universidades de prestigio internacional, o por el contrario,  serán un nuevo canal de posicionamiento para las universidades locales?.

El tiempo nos dirá de qué modo evolucionarán los MOOC en nuestra sociedad, sin lugar a dudas seguirá formando parte de las mesas de debate y el análisis de nuestras instituciones de educación superior. Por último, es clave no considerar que estamos frente al hijo pródigo del e-learning, lo cierto es que aún es muy pronto para poder evaluar el impacto real de los MOOC, que de todos modos están insertándose con fuerza en nuestro sistema de educación superior.

 Alvaro Ipinza Torres

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