Estudiantes y Docentes de Inicio: Hacia una comprensión de los roles en los nuevos contextos de formación técnica y profesional

Estudiantes y Docentes de Inicio: Hacia una comprensión de los roles en los nuevos contextos de formación técnica y profesional

El primer año en la educación superior se posiciona como un periodo de desafíos y novedades en el ámbito social, académico y personal de todos los jóvenes que ingresan a la formación técnica y profesional. Cada uno de ellos viene con una mochila cargada de anhelos, los que se han construido a raíz de las expectativas familiares como también de las proyecciones futuras. Sin embargo, muchos de ellos no logran tener claridad respecto de que estos sueños también implican una serie de responsabilidades,  compromisos y tareas que no necesariamente serán fáciles de llevar a cabo.

Lo anterior, en muchas ocasiones, se debe a la dificultad que implica distanciarse de la lógica escolar. En este sentido, a los estudiantes habitualmente se les hace complejo, sobre todo los primeros semestres, adaptarse a las nuevas exigencias, nuevas áreas disciplinares y a los estándares y modelos de enseñanza imperantes en la educación superior. Frente a estas circunstancias, existen instancias en que los educandos no logran adecuarse ni cumplir con esta serie de requerimientos y optan por abandonar los estudios. Estas decisiones se encuentran influenciadas por elementos primordialmente emocionales, donde la carencia de referentes o la ausencia de apoyo llevan a que cada estudiante actúe de manera rápida y poco reflexiva.

Es por lo anterior que los profesores de inicio juegan un rol fundamental en la formación de futuros técnicos y profesionales, dado que son ellos los que deben entregar un apoyo que vaya más allá de los contenidos conceptuales y/o procedimientos, esto significa, que sea un apoyo hacia la persona, que guíe y facilite el camino de formación. En este sentido, el rol del docente se expande, es decir, no solo trabaja a nivel del desarrollo de habilidades cognitivas, sino que existe también una gran preponderancia de lo actitudinal. Esto se constituye como el cimiento que permitirá que quienes enfrenten el desafío de ingresar a la educación superior les sea mucho más sencillo, dado que al tener redes de apoyo podrán reconocer fortalezas y debilidades y en función de estas tendrán que definir estrategias y tomar decisiones para lograr avanzar con éxito en el trayecto de la formación profesional.

Para lograr lo anterior, es importante que el profesor de inicio sea un docente innovador, es decir, que sea capaz de desarrollar en sus estudiantes no solo competencias disciplinares, sino que también pueda formar humana y socialmente. En este sentido, debe constituirse como un agente de cambio de sí mismo, de sus estudiantes y de la comunidad que lo rodea. Por lo tanto, la enseñanza debiese centrarse en que el educando adquiera la responsabilidad de orientarse a sí mismo y de manejar su propia formación. Para lograr esto es necesario que el docente se conciba como un ser animador o estimulador, que sea capaz de trabajar en equipo con sus estudiantes para identificar, seleccionar y solucionar problemas, para que posteriormente se puedan tomar decisiones estratégicas que lleven a la mejora. Bajo esta concepción la docencia debe comprenderse como una instancia renovadora, activa, que fomente la iniciativa, la creatividad y el desarrollo de un proyecto de vida personal y social.

 “En épocas de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento” (A. Einstein)

Felipe González Catalán

Asesor Pedagógico UAP - Sede Viña del Mar

Su voto: Ninguno Media: 4.7 (7 votos)